Desde el 2002 nos hemos especializado en el estampado de textil en el campo de la serigrafía manual y estampamos sobre toda clase de tejidos adecuados para la serigrafía. En nuestro taller “imprenta” estampamos sus motivos ya tengan menor dificultad de estampado o sean más complejos, sean de un solo color o varios colores - sobre camisetas, sudaderas, chaquetas, bolsos, etc. Asesoramos individualmente a nuestros clientes para llevar a cabo sus proyectos. Nuestros clientes proceden de diversos sectores, entre ellos artistas, empresas, agencias y personas privadas. Pase a conocernos, estaremos encantados de poder ayudarle.
La serigrafía es una técnica de estampado en la que se aplica el color en una prenda usando una racleta (espátula) de goma a través de un tejido parcialmente permeable (bastidor). Las zonas permeables del bastidor sirven de plantilla, por lo cual esta técnica de estampado es a menudo comparada con el estampado de plantilla usado en la Edad Media.
Sin embargo, la serigrafía con bastidores tuvo su apogeo a mediados del siglo 20, especialmente gracias a artistas como Andy Warhol y debido a la mejora en la preparación del bastidor.
La serigrafía consta de tres procesos de trabajo: La preparación del bastidor, el estampado del color sobre una prenda o un tejido y la fijación del color.
En el primer paso se imprime el motivo a estampar en negro de alta cobertura en un folio o lámina transparente - por ejemplo, mediante el uso de impresoras especiales. En este paso es muy importante que el motivo quede impreso totalmente impermeable a la luz en el folio. En esta fase se crea una película positiva, quedando el motivo, a diferencia de la fotografía, del lado correcto y no inverso.
La preparación del bastidor - especialmente para diseños finos y líneas - es hoy en día un proceso fotoquímico. En la base del bastidor se aplica una emulsión fotosensible y se expone después a la luz. El motivo a estampar – letras, un diseño, un símbolo - y ya impreso en el folio o lámina transparente debe estar sobre la malla del bastidor durante este proceso para evitar una sobreexposición en los bordes. La emulsión se endurece en las zonas expuestas a la luz, haciendo que la malla quede en ellas impermeable. La emulsión queda soluble en las zonas no expuestas a la luz y por ello la malla del bastidor queda permeable tras el lavado.
De esta manera se obtiene una plantilla para estampar un color. Si se trata de un motivo de varios colores hay que preparar para cada uno de ellos un bastidor siguiendo el procedimiento anteriormente mencionado. También es posible estampar diferentes valores tonales o tonos de color. Para ello se requiere una técnica especial que se conoce como reticulado.
La serigrafía es un método de estampado que se puede aplicar no solo en tejidos sino también en otros materiales como metal, cerámica, piedra, cuero, etc. Para cada material existe un tipo de pintura. En “imprenta Berlín” nos hemos especializado en los últimos años en el estampado sobre textil.
En nuestro taller el estampado se realiza con un carrusel manual y con ayuda de una racleta (espátula) de mano. El bastidor se fija en un marco y las prendas o telas a estampar (camisetas, sudaderas, chaquetas, pantalones o una tela) se colocan sobre la tabla o base de estampado del carrusel. En el siguiente paso se coloca el bastidor encima de la base, se echa la pintura en el marco del bastidor y se presiona con ayuda de la racleta (espátula). El color pasa a través de los orificios de la malla, quedando el motivo estampado en el tejido.
Trabajamos con un carrusel de serigrafía manual con seis tablas o bases y seis bastidores con lo cual podemos fijar varias prendas a la vez y estampar también varios colores. Los textiles o las prendas se van girando en el carrusel.
Para fijar los colores del estampado se introducen las prendas en un túnel de calor. A una temperatura mínima de 340 grados se seca la pintura. Este es el último paso del estampado en serigrafía.